miércoles, 29 de septiembre de 2010

CCOO y UGT, etarras del siglo XXI

Trece años de diferencia, mismos métodos. ETA, julio de 1997: «Acercad a los presos de ETA al País Vasco o matamos a Miguel Ángel Blanco». CCOO, septiembre de 2010: «Recordad, es una huelga general. Os aconsejamos, no pongáis en peligro vuestra integridad física». La amenaza sigue presente, sigue siendo el instrumento para lograr los mismos objetivos.
Como periodista recién licenciado y parado, gracias a estos sindicatos «verticales» afines al gobierno, sólo tengo un instrumento para alzar la voz, la palabra. Con este artículo manifiesto mi derecho a trabajar, ese que no defienden los bárbaros anticonstitucionales, y mi total repulsa a la huelga.

La convocatoria es difusa, es complejo saber qué se reclama. Pero más allá de ello, más bien parece ser una huelga para lavar la cara de los bárbaros anticonstitucionales, que parezca que se hace lo que no se hace. Por ello, es la huelga de los piquetes coercitivos, la huelga de la amenaza, la huelga del miedo, la huelga que recoge las armas de la kale borroka. Así la recogerán las crónicas de la historia de España.

Cito a mi admirado Fernando Ónega, para cerrar: «Fue un miércoles, 14 de diciembre, hace 25 años. Aquella huelga era una propuesta social con magia, con la necesidad de revelarse contra una mayoría absoluta, ejercida con arrogancia. No estoy de acuerdo con que esta huelga tenga esta magia. Es una huelga que parece destinada a tener más seguimiento por la presión de los piquetes que por la libre voluntad de los trabajadores. Por eso esta huelga que ahora mismo están haciendo tiene poca magia». Amén.

Foto: C. Álvarez, El País.